La República de Artsaj (antes llamada República del Alto Karabaj) es una república independiente de facto, cuya soberanía está en discusión. En Askeran, un pequeño pueblo ubicado en esta región que lleva años de conflicto, nació Sevan Aslanyan, un joven empresario que decidió hace apenas cuatro años fundar un club deportivo en Armenia, con la intención de darle visibilidad a su patria, Artsaj. La creación de este club, que en su fundación se llamó Artsakh FC es el punto de nacimiento del, quizás, club más bíblico del mundo: FC Noah. Pero, ¿cómo fue que un club que buscaba representar a una zona en guerra se transformó en un equipo bíblico?
Para tratar de entender este extraño fenómeno, es necesario poner en contexto, muy brevemente, la situación de Artsaj (en lo político y en lo deportivo), para luego adentrarnos en la historia del FC Noah. El origen del conflicto en el Alto Karabaj data de inicios del siglo pasado. Cuando Armenia y Azerbaiyán se independizaron del Imperio Ruso en 1918, empezó la discusión por lo que serían sus fronteras. La zona del Alto Karabaj, adyacente a ambos países y formada por diversas etnias, se convirtió en el centro de las disputas, aunque finalmente se mantuvo dentro del territorio de la República Soviética de Azerbaiyán.
Cuando se disolvió la Unión Soviética a fines de los años 1980, y tanto Armenia como Azerbaiyán declararon su soberanía, volvieron los problemas entre ellos por el Alto Karabaj. Dentro de esa región se hicieron constantes los problemas entre azeríes y armenios. Así, en diciembre de 1991, los habitantes de origen armenio que poblaban el Alto Karabaj se autoproclamaron como República Independiente, con el objetivo de finalizar los conflictos entre Armenia y Azerbaiyán.
Si bien Armenia apoyó la idea de la nueva República, Azerbaiyán se opuso pues reclamaba los territorios como propios. Estalló una guerra que se prolongó hasta 1994 y cuyo tratado de paz favoreció a Armenia y al Alto Karabaj.
La situación se mantuvo estable durante poco más de 20 años, aunque siempre con una creciente frustración de Azerbaiyán, debido a que la población armenia tenía ocupados territorios alrededor del Alto Karabaj que habían pertenecido a Azerbaiyán y que ni siquiera eran parte de la discusión inicial.
Hubo diversos ataques en la zona, uno de los más relevantes en 2016, hasta que llegó la segunda guerra en setiembre del 2020, que terminó en noviembre del mismo año con la victoria de Azerbaiyán y la recuperación de terrenos adyacentes al Alto Karabaj (ya denominado República de Artsaj).
Hoy, la región sigue en conflicto, con miles de soldados rusos instalados para tratar de evitar acciones beligerantes, y con un territorio de la República de Artsaj más reducido. Internacionalmente, dicho territorio se sigue reconociendo como parte de Azerbaiyán, aun cuando se mantiene conectado con Armenia.
La soberanía de la República de Artsaj solo es reconocida por otros tres territorios que buscan su soberanía: Transnistria, Abjasia y Osetia del Sur. Y su bandera es muy similar a la de Armenia, pero con una especie de flecha escalonada blanca que la corta en su lado derecho.
En lo deportivo, Artsaj es uno de los miembros europeos de ConIFA (Confederación de Asociaciones Independientes de Fútbol), que agrupa a más de 60 miembros de todo el mundo no afiliados a la FIFA. Sus integrantes son estados o naciones no reconocidas, dependencias, micronaciones o regiones, o minorías étnicas o lingüísticas. En Sudamérica, por ejemplo, hay 2 miembros de ConIFA: la asociación Mapuche y el equipo de Rapa Nui (Isla de Pascua).
Puesto el contexto, volvamos con nuestra historia. El club fue fundado por Sevan Aslanyan en 2017, y empezó con un equipo de fútbol (Artsakh FC) y otro de básquetbol (Artsakh BC). Por temas logísticos, el equipo de básquetbol definió su sede en Stepanakert, la capital de Artsaj, mientras que el equipo de fútbol se instaló en Ereván, la capital de Armenia.
El Artsakh FC fue admitido como uno de los 10 equipos que integraban la First League de Armenia, el equivalente a la segunda división del país. En la primera temporada en esa división, el Artsakh FC alcanzó el segundo puesto, con un total de 65 puntos (21 triunfos, 2 empates y 4 derrotas en 27 partidos), a solo 4 puntos del líder. Su posición en la tabla fue suficiente para conseguir el ansiado ascenso a la Primera División. Para la temporada 2018-19, en su debut en la VBET Premier League de Armenia, el club no tuvo un buen desempeño. Culminó en el puesto 8 de 9 equipos, salvando apenas la categoría, y ganando solo 6 de los 32 partidos que disputó. Una explicación de este resultado puede asociarse a que su dueño, Sevan Aslanyan, no le dedicó los recursos suficientes para enfrentarse al reto de estar en la máxima categoría, debido a que en ese mismo año 2018, Sevan orientó sus esfuerzos a la creación de la Liga de Fútbol de Artsaj, de la cual es uno de sus fundadores. Al final de la temporada, Aslanyan decidió transferir el club, y para que el equipo no pierda el vínculo con su patria, se lo vendió a Karen Abrahamyan, en ese entonces Ministro de Defensa de la República de Artsaj.
Contrario a los deseos de Aslanyan, lo primero que hizo Abrahamyan como nuevo dueño, fue cambiar el nombre del club, y lo denominó FC Noah, probablemente con la finalidad de darle un nuevo aire, menos conflictivo y más bíblico a la institución, alejándolo un poco de su relación con Artsaj. Su mayor objetivo era posicionarlo en lo alto de la tabla y llevarlo a competiciones europeas. El emblema del club cambió por uno más simple, en blanco y negro, y sin ninguna figura. Su evento de presentación fue por todo lo alto. Aprovechando la realización del campeonato europeo sub-19 en Armenia, en la previa a la final del torneo el club organizó el Noah Music Fest, con artistas armenios y rusos invitados.
¿Pero por qué llamarlo FC Noah? Noah es el nombre en inglés de Noé, el que de acuerdo con la Biblia y por encargo de Dios construyó el Arca que subsistió el diluvio. Y cuenta la historia que esa Arca terminó encallando en el Monte Ararat, el mayor símbolo de Armenia. Este monte está ubicado en el antiguo territorio armenio, que luego de la caída del Imperio Otomano quedó como parte de Turquía (lo que los armenios consideran una afrenta histórica). De hecho, Armenia tiene una ciudad llamada Ararat, muy cerca de la frontera con Turquía, y dos clubes en primera división que incluyen el nombre de dicha ciudad en su denominación (ambos con sede en Ereván): Ararat-Armenia y Ararat-Ereván.
Pues bien, el acercamiento a las raíces bíblicas parece que influyó positivamente en el desempeño del equipo, aunque claramente también lo hicieron los recursos económicos que le inyectó Abrahamyan al club. En nuestra región conocemos muchos casos de clubes que empezaron a crecer gracias al poder de la billetera. El equipo inicial se formó con jugadores jóvenes de Armenia, e integró algunos extranjeros, como el delantero ruso Azarov, el arquero italiano Vimercati, el defensa Saná Gomes, o el volante Helistano Manga (ambos de Guinea-Bissau).
En su primer año de refundado el equipo fue de menos a más. Culminó en 5° puesto en la temporada regular 2019-20 y clasificó a la ronda por el campeonato. Llegó a la última fecha con 48 puntos y con posibilidades de obtener el título, pero en el partido final cayó 2:0 ante el líder, Ararat-Armenia, que tenía 49. Felizmente el subcampeonato le permitió clasificar a la UEFA Europa League. Unos días antes de la última fecha de Liga, se había enfrentado con el mismo Ararat-Armenia en la final de Copa. El resultado: diluvio de goles, 5:5 en tiempo regular y victoria de FC Noah 7:6 por penales, para levantar su primer trofeo. Con un título ganado por Noah y uno por Ararat-Armenia, ambos se encontraron de nuevo en la Supercopa, y en esta ocasión el club de nombre bíblico se impuso 2:1 con un gol en tiempo extra.
Fue una primera temporada «divina» : campeones de Copa, subcampeones de liga con pasaje para un torneo continental y campeones de la Supercopa. Paradójicamente, al igual que en la Biblia, el único que los frenó (y solo en la liga) fue el Ararat (como el monte). Su participación en la UEFA Europa League no fue muy buena. Perdieron 4:1 ante el FC Kairat Almaty de Kazajistán en primera ronda, probablemente debido al poco ritmo y falta de experiencia del equipo.
Para la más reciente temporada (2020-21) que terminó hace unas semanas, el FC Noah se reforzó con jugadores de experiencia como el seleccionado armenio Jordy Monroy (nacido en Colombia y con carrera en Independiente Santa Fe y Boyacá Chicó). Casi al fin de la primera rueda se incorporó el DT ruso Dmitri Gunko, que tuvo un gran éxito en la temporada 2019-20 ascendiendo al Khimki a la Primera División de Rusia. El club peleó nuevamente arriba en Liga y Copa, aunque esta vez se quedó sin trofeos. En la Liga fue líder hasta la fecha 25 de 27, pero inexplicablemente cayó en sus dos últimos partidos: ante el Urartu FC (que quedó tercero) y como local ante el Van FC, sexto en la tabla y que no peleaba por nada. Estas dos derrotas y la pérdida del título derivaron, hace unos días, en la salida de Gunko y de todo el comando técnico. Hoy el club busca entrenador.
El ganador de la Liga fue el Alashkert FC, 5 puntos por encima de FC Noah (por eso duelen los 6 puntos perdidos). Y en Copa, el verdugo de FC Noah también fue el Alashkert, que lo eliminó en la semifinal, aunque la Copa fue ganada por FC Ararat Ereván. Si bien no fue una temporada tan exitosa como la anterior, FC Noah demostró que ha llegado para quedarse entre los grandes protagonistas del fútbol armenio. Y de paso, clasificó a la primera ronda de la Europa Conference League, en la que le tocará enfrentarse en julio a KuPS Kuopio (Finlandia), para lo cual ya incorporó a su primer refuerzo: el experto delantero y seleccionado armenio Aleksandr Karapetyan, de 33 años.
El único vínculo que hoy le queda a FC Noah con la República de Artsaj es su propietario, Karen Abrahamyan, que como señalé previamente fue su Ministro de Defensa hasta febrero de 2020. FC Noah no tiene un estadio propio, pero sería un sueño contar con una infraestructura que asemeje a la famosa arca. Eso sí, quizás solo se permitiría el ingreso de los espectadores en parejas (?). Para terminar, un par de datos curiosos: el Arca de Noé tenía una capacidad equivalente a la tercera parte del Titanic, y además no fue diseñada para ser dirigida, solo para flotar. Quizás esta es la mayor diferencia con el FC Noah, que desde su “bautizo” ha sido bien dirigido. En pocas palabras, este Noé armenio quizás tenga un arca más pequeña que el Titanic, pero al menos no se hunde.
NOTA: Le agradezco a @GregoTatian por los datos y aclaraciones sobre Armenia.
2 respuestas
Que excelente reseña histórica del FC NOAH y también de la zona geográfica donde tuvo su origen….Muchas gracias Ienzo.
Muy curioso y muy bien redactado. Me ha gustado mucho.